domingo, 18 de octubre de 2020

Fuentes de inspiración



Comienzo esta primera entrada, tomando prestado un texto de Eduardo Galeano, que en muchas ocasiones ha puesto palabras a sensaciones y pensamientos que muchos no lográbamos definir o al menos, no lo hacíamos con tanta poesía. Este texto me anima a descubrir y respetar la diversidad, la idiosincrasia de cada uno, y educar con la mirada puesta en hacer brillar fuertemente la luz interior de cada persona, luz única e irrepetible. 


EL MUNDO

Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.


A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

(El libro de los abrazos)


Galeano E. (1989), El libro de los abrazos. Latinoamérica: Siglo XXI.







lustración "Mi mar de fueguitos" de muxotepotolobat.com

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