domingo, 29 de noviembre de 2015

Cinco panes de cebada

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA DE LA OBRA
Autor: Lucía Baquedano
Título: Cinco panes de cebada
Edición: 25º
Editorial: Gran Angular
Lugar y año de la publicación: Madrid, 2000
Número de páginas: 175
Conocimiento del autor: Lucía Baquedano Azcona nació el 18 de diciembre de 1938 en Pamplona. Estudió secretariado y trabajó durante 9 años como secretaria en una empresa, hasta que contrajo matrimonio y se trasladó a Tarragona. De regreso a su Pamplona natal, fue madre de cuatro hijos que ya le han hecho abuela.
Esta escueta relación de datos esconde el semblante de una reconocida autora en la literatura infantil y juvenil contemporánea y de una de las más destacadas escritoras navarras. Un semblante que creció entre libros y que Lucía Baquedano forjó desde niña. Lecturas que conformaron su adolescencia y que Lucía cultivó en su hogar y en las bibliotecas. Un universo literario y una experiencia lectora que constituyen el germen de su propia capacidad para fabular.


Gobierno de Navarra. Navarra.es. Guías de lectura. Recuperado de

http://www.navarra.es/home_es/Temas/Turismo+ocio+y+cultura/Bibliotecas/Recomendamos/Guias+de+lectura/Baquedano/biografia.html

CONTENIDO FUNDAMENTAL
Muriel es una chica joven, de Pamplona, acaba de terminar la carrera de Magisterio, y con resultados satisfactorios, lo cual le da la seguridad de que va a conseguir trabajo en un “buen” colegio de la capital.
Lejos de lo que ella espera, su primer destino es Beirechea, un pequeño pueblo de Navarra. Ella va disgustada y decepcionada. Cree que merece algo mejor.
El viaje en autobús, la llegada al pueblo, la primera visita a la escuela… todo le parece horrible, en el plano personal, también se siente mal recibida. En ese primer momento, ya está pensando en que va a pasar poco tiempo en ese pueblo.
Esa noche se acuesta con todos estos pensamientos negativos, pero con un gesto de cariño de la abuela de la casa. Al despertarse por la mañana lo ve todo de otra manera, comienza a atisbarse algo más de optimismo en cómo vive y cuenta las cosas.
A partir de aquí, la historia discurre en el esfuerzo que pone Muriel de adecentar la escuela, de conseguir que los niños asistan a las clases (esto, en ocasiones es difícil, ya que en alguna familia, en época de mayor trabajo en el campo, hacen falta todas las manos, y se deja de ir al colegio).
Muriel encuentra dificultades a la hora de poner en marcha las cosas, pero también empieza a encontrar apoyos. Ella tiene una gran capacidad de esfuerzo, y no se rinde fácilmente, poco a poco empieza a tomar conciencia de la buena labor que puede hacer allí. También se siente acogida por la gente. Tiene mano izquierda para el trato con las familias, y se va ganando a todo el mundo. Y el pueblo, y sus gentes, también se han ganado a Muriel.
Al volver a casa por Navidad, siente que algo ha cambiado en ella, lo que hasta entonces era familiar, lo cotidiano en su vida, cada vez lo es menos. Se siente algo extraña con los suyos.
Tras la Navidad, aparece un personaje nuevo, que va tomando más protagonismo a lo largo de la historia, Javier, un hombre mal considerado por la gente del pueblo.
La siguiente vez que vuelve a Pamplona, es evidente el cambio de Muriel. Siente que ya no encaja en la ciudad, en los hábitos, tiene algún roce con su familia, que no entiende del todo esa transformación en ella. Regresa a Beirechea en el autobús, y allí se vuelve a encontrar con Javier.
La hermana de Muriel, le ofrece trabajo en Pamplona, y Muriel lo rechaza. Rechaza el tipo de escuela con la que soñaba en un principio.
Comienza a verse más con Javier, siente necesidad de compartir sus conversaciones con él. En la recta final del libro, se van materializando las consecuencias de los empeños de Muriel, cambios en las relaciones entre gente que no se hablaba hace años, la posibilidad de que una de sus alumnas pueda continuar sus estudios en la capital… Muriel ha cumplido su tarea.
La relación ente Javier y Muriel va afianzándose, y deciden casarse y quedarse a vivir en el pueblo, donde queda mucho por hacer.

VALORACIÓN PERSONAL.
La lectura del libro me ha resultado muy sencilla. Tiene una literatura muy fácil y fresca. Lucía Baquedano cuenta la historia sin grandes alardes ni adornos. Nos muestra el poder que tiene el amor a lo cotidiano, el espíritu de superación, el tesón y la constancia, la confianza en la capacidad de cambio en las personas… un montón de valores que a veces parece que han caído en desuso.
Cuando Lucía Baquedano escribe este, su primer libro, ya es una mujer madura, y me da la sensación de que con la distancia de la edad, evoca experiencias o sentimientos muy propios de la juventud, y los describe con sencillez y nostalgia. Consigue que Muriel vaya creciendo en personalidad ante nuestros ojos. Aparece ante nosotros como una jovencita con algún aire de grandeza, una maestra “recién salida del horno”, que se mueve en cierto modo en el plano teórico, debido a que considera que por tener buenas notas, lo tiene todo hecho, pero sin experiencia en la docencia, y partiendo de una vida relativamente fácil.
Muriel llega a Beirechea cargada de prejuicios, y se topa con los prejuicios y las inercias de los habitantes del pueblo. Pero es una muchacha con muy buen fondo, y con gran capacidad de trabajo, y es permeable al cambio.
El trabajo que le espera en Beirechea, no es fácil, ni mucho menos, pero ella se crece ante las dificultades. Poco a poco va apareciendo ante nosotros una Muriel que madura, a base de contratiempos y problemas, a base de tener que trabajar duro para conseguir su propósito y a base de sentido común, que va demostrando página a página no carecer de él.
El relato de la historia de Muriel, me evoca la importancia de implicarse en el trabajo, más aun cuando este es vocacional. Ella podía haber llegado a Beirechea, cumplido su trabajo con mucha profesionalidad y poco corazón, terminar el curso, y marchar. Seguramente hubiese pasado una inspección con un aprobado, pero la actitud, la implicación personal de Muriel consigue algo más que superar un curso académico. Consigue educar. Provoca cambios en torno a la escuela. Provoca cambios en la vida de las personas, y en la suya propia.
Me he sentido identificada en algunas ocasiones, o he sentido complicidad. Estoy muy familiarizada con el entorno rural, mi pueblo tiene poco más de doscientos habitantes. Reconozco esas características de los niños del pueblo, esa frescura, esa autenticidad.
A raíz de esto pienso que esas diferencias entre niños de entorno rural, y niños de entorno urbano, son cada vez menores, debido a las nuevas tecnologías, el ocio de los niños ya no es igual que hace unos años. Ahora todos han “uniformizado” su ocio a base de máquinas y ordenadores.
En este sentido, el hecho de que te destinen hoy en día a un pueblo, no tiene nada que ver con la experiencia de Muriel. Hoy estamos todos conectados a nuestros familiares y amigos gracias a los móviles. Y en un momento llegamos a la capital desde el pueblo. Estamos en la cultura de lo inmediato, y en el libro, Lucía Baquedano nos muestra a una Muriel que tiene que esperar, que anhela encuentros, noticias… que necesariamente tiene que cultivar la paciencia… y esto lo estamos perdiendo.
Muriel también nos descubre una gran vocación por la enseñanza, y la confianza en el poder de la educación. La maestra del principio, poco se parece a la del final. Consigue motivar a los alumnos, propicia que las familias se impliquen, y que algunos cambien sus decisiones en pos de la educación. La tarea que lleva a cabo en Beirechea, trasciende a sus funciones como maestra.
En cuanto a la Muriel que vuelve a casa en las vacaciones, es una Muriel tan llena de experiencias poderosas, de las que llenan el alma, que siente que lo que había tenido hasta el momento no es suficiente. Necesita tener esa sensación de ser útil, valiosa en algún sitio. Cuando leía sus visitas a casa, sentía que yo eso ya lo había vivido. Me hace pensar que es un proceso gozoso, si con él se encuentra el verdadero sentido de lo que se busca. No tendría sentido pasar la vida buscando experiencias distintas, y volviendo de visita a lo “cotidiano”. Denotaría falta de objetivos, un no saber qué hacer con la vida, que a la larga se traduciría en descontento con todo.
Y es que, en definitiva, nuestro destino se construye con las decisiones que vamos tomando día a día. La vida no tiene paréntesis. Se toman caminos que nos llevan a lugares distintos. Y cada camino que tomamos, nos dota de unas experiencias propias de él, distintas a las de otros caminos. Hay que saber elegir los caminos, pero también hay que saber equivocarse y dar media vuelta. De todo se aprende. Y es que la vida nos educa. Cada día.

Preparando el espíritu navideño


Fotografía propia
¡Qué grandes momentos nos da la lectura de un libro! Y cuando es compartida, adquiere otra dimensión. A veces echo de menos los momentos de leer un cuento a Sara antes de dormir. Aquellos cuentos clásicos, los cuentos con rima, los de texturas, los libros llenos de colores y dibujos…

Enseguida empezaron las tardes de biblioteca, yo no entendía por qué Sara quería llevarse siempre los mismos libros, ¡con todos los que había! Eran los que le gustaban. No le importaba leerlos una y otra vez.

Me alegra que siga teniendo gusto por la lectura, y que sigamos compartiendo, aunque de otra manera, el “cuento de ir a dormir”.
Hace unos días que comenzamos la lectura de “Canción de Navidad” de Charles Dickens. Nos vamos a mi dormitorio, nos ponemos cómodas en la cama, y leemos en voz alta, nos vamos turnando. Es nuestra nueva manera de prepararnos para la llegada de la Navidad. Tengo una amiga que lo lee con su madre desde hace unos años. Y la idea nos gustó, por eso estamos probando.
Fotografía propia

Dickens es muy descriptivo y esta adaptación tiene palabras poco habituales en la literatura infantil, por eso, a veces hay párrafos que Sara no comprende muy bien. Entonces paramos y se lo “traduzco”. Pero me parece bueno que vaya escuchando palabras nuevas, que se le vaya complicando un poco la lectura.

Sara, aunque le da mucha vergüenza, ha accedido a que grabe un fragmento de su lectura, esto no es muy habitual, sé lo que le cuesta. Por eso lo valoro más aún.

En el siguiente enlace se puede escuchar el fragmento grabado:
Canción de Navidad