martes, 20 de octubre de 2020

Un poquito de educación, por favor

Así comienza este blog, que pretende ser un diario de lo que voy añadiendo a mi mochila de la educación. 

No soy nueva en esta historia, conozco la educación en el tiempo libre, la educación no formal. Siempre he trabajado cerca de ella. Soy madre, vivo en sociedad... con lo que la educación ha viajado siempre a mi lado, como no podía ser de otra manera.

Creo que todo y todos somos educadores, pero también educados, con mejores o peores consecuencias, pero al fin y al cabo, todos somos una mezcla de lo que hemos aprendido, vivido, amado, odiado, incluso soñado.

¿Por qué este título? En principio me ha parecido sugerente. Una especie de riña amable. Y además recoge bien la pretensión de estas letras que me van a acompañar a lo largo de la asignatura, aportar un poquito (o un mucho) más de todo lo relacionado con la educación. 

Confío en que este blog me resulte una herramienta útil. ¡Quién sabe si aquí comienza un largo camino bloggero!


domingo, 18 de octubre de 2020

Fuentes de inspiración



Comienzo esta primera entrada, tomando prestado un texto de Eduardo Galeano, que en muchas ocasiones ha puesto palabras a sensaciones y pensamientos que muchos no lográbamos definir o al menos, no lo hacíamos con tanta poesía. Este texto me anima a descubrir y respetar la diversidad, la idiosincrasia de cada uno, y educar con la mirada puesta en hacer brillar fuertemente la luz interior de cada persona, luz única e irrepetible. 


EL MUNDO

Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.


A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

(El libro de los abrazos)


Galeano E. (1989), El libro de los abrazos. Latinoamérica: Siglo XXI.







lustración "Mi mar de fueguitos" de muxotepotolobat.com